Aunque Internet es global, las leyes sobre privacidad no lo son.
La mayoría de las leyes y normas sobre privacidad se enfocan en “los datos personales” o “la información
personal”, que muchas veces se definen como “información relacionada con una persona identificada o
identificable”. No obstante, las definiciones varían y continúan evolucionando. Por ejemplo, existe una
creciente conciencia del potencial impacto sobre la privacidad de cualquier información que se pueda utilizar
para individualizar o tratar a una persona de una manera diferente, incluso si no es posible identificarla.
Algunos países tienen leyes diseñadas para proteger ciertas clases de datos predefinidas que
tradicionalmente se consideran más sensibles, entre ellas los registros médicos, los datos financieros y los
identificadores emitidos por el gobierno. Sin embargo, estas leyes fueron desarrolladas en un tiempo en que
los límites entre las clases de datos parecían ser más claros. Por ejemplo, ¿los resultados de una búsqueda
sobre “gripe” deberían ser considerados como datos médicos? ¿Y qué pasa si buscamos “¿tengo VIH?” o
“¿estoy embarazada?”
El Artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Artículo 8 del Convenio Europeo
para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, y los Artículos 11 y 14 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos se refieren al derecho a que la privacidad o la vida
privada de las personas sean respetadas, pero no hay ninguna ley de privacidad o de protección de datos
que se aplique universalmente alrededor del mundo: no existe ningún conjunto de reglas de procesamiento
de los datos que abarque a todos los servicios y usuarios de Internet.
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